Leyendo sobre Musicoterapia he sabido la importancia de conocer la historia musical de cada paciente, es decir, qué contacto tuvo este con el sonido y la música desde su más tierna edad, aún desde el vientre materno.Es que en esta etapa tan importante de nuestro desarrollo, la música que escuchaba, cantaba o ejecutaba nuestra madre es parte de nuestra historia y la asociamos a momentos más o menos agradables.Aún el sonido de sus órganos internos, el latido de su corazón forma parte esencial en nuestra memoria.
Ahora estoy incursionando en nuevos conocimientos que mencionan la memoria de nuestras células,cada parte de nuestro cuerpo está asociada a acontecimientos vividos, y por esa razón, de forma inconsciente, brotan espontáneamente lágrimas, risa o temor, o podemos hasta tener una reacción agresiva al escuchar una determinada melodía o sonido, por las asociaciones que nuestras células hacen con ellos.
Qué maraña de sentimientos provocan los sonidos en nuestra vida, yo sigo apostando a la bella música, aquella que cura mi alma.
Graciela Sutta
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