Parece que fuera imposible conjugar ambas cosas, sin embargo han estado mezcladas en algunas ocasiones.
En épocas en que Fryderyk Franciszek Chopin viajaba a perfeccionarse se desató la guerra ruso-polaca ante la insurrección polaca, él no pudo volver más a su amada tierra.
Otro polaco, pianista famoso en el año 1938, viviendo el horror de la 2° Guerra Mundial
Wladyslaw Szpilman, judío cuenta en sus memorias acerca de sus penurias.
Existe una película que se rodó basada en su libro de memorias y el de un oficial alemán, capitán Wilm Hosenfeld este lo ayudó a sobrevivir, cuando lo único que parecía sostenerlo en esos momentos tan amargos era el amor a su música.
Muchas veces se ha utilizado la música como alivio a los soldados en épocas de guerra.
Es inconcebible que la misma mente capaz de concebir tan maravillosos sonidos y encantadores momentos, sea también causante de despiadados actos e incapaces de conmoverse ante el dolor... la mente humana.
Cuán diferente será el mundo si nos acercamos más a lo sublime de la belleza de las artes y nos distanciamos cada día más de la intolerancia, la sed de poder, la ambición desmedida.
Comparto con ustedes un video sobre el tema:
No hay comentarios:
Publicar un comentario